BOLOÑES * El Boloñés que, en la actualidad está prácticamente extinguido, ha estado durante siglos muy de moda como perro de compañía, sobre todo en la aristocracia italiana, que encontraba en este perro no solo un símbolo de su riqueza, sino también un compañero de juegos y de paseos que, sin embargo, aI mismo tiempo sabía demostrar su carácter fiero y noble. Puede decirse perfectamente que en nuestros días resurge en su pariente francés (el Bichón frisé). * Aunque no se conoce suficientemente el origen de esta raza italiana, es cierto que desciende del más antiguo maltés y que luego se ha ido modelando de manera diferente en el transcurso de los siglos. Se sabe con certeza que ya estaba muy difundida en el siglo XI, pues hay muchos testimonios de antiguos cuadros donde aparece este simpático perro de compañía. Era tenido en gran consideración por las familias nobles de Italia centroseptentrional como lo demuestra el hecho que en 1668 Cosimo de Medici envió de regalo a algunos aristócratas belgas ocho de estos perros. Hoy, desgraciadamente, esta raza está prácticamente en vía de extinción, y esta decadencia se halla naturalmente ligada con la de la nobleza, clase dentro de la cual se ha limitado prácticamente su difusión, y de la que se había convertido, de cierta manera, en símbolo. * El Boloñés es un perro de buenas proporciones, con una expresión atenta, vivaz e inteligente, pero de carácter no demasiado enérgico ni alegre. Se desplaza con paso desenvuelto y su capa es de color blanco puro, sin ninguna mancha, con pelo largo en mechones, que se presenta relativamente levantado y no pegado a las distintas partes del cuerpo. * * Altura y peso. Alzada a la cruz: machos, de 27 a 30 cm; hembras, de 25 a 28 cm. Peso , de 2,5 a 4 kg. Cabeza. Con una longitud aproximada a 1/3 de la alzada a la cruz. Trufa negra, sobre la misma línea de la caña nasal, voluminosa. Caña nasal recta, más corta que el cráneo. Labios superiores poco desarrollados en altura hasta el punto de dejar la mandíbula al descubierto. Mandíbulas normalmente desarrolladas, con arcos dentales perfectamente unidos anteriormente. stop bastante acentuado, cráneo superiormente plano. Apófisis occipital poco marcada. Ojos. De tamaño superior al normal, de color ocre intenso. Orejas. Largas, colgantes, de nacimiento por encima del arco cigomático. Cuello. Largo como la cabeza, sin papada. Extremidades anteriores. Hombros largos, bien sueltos. Brazos largos, casi como los hombros. Codos sobre un plano paralelo al plano medio del cuerpo. Carpo y metacarpo sobre la vertical del antebrazo visto de frente; metacarpos inclinados vistos de perfil. Cuerpo. De igual longitud que la alzada a la cruz. Costados amplios, caídos a la altura de los codos. Costillas bien abarriladas. Cruz poco elevada sobre la línea dorsal. Grupa ancha y muy poco inclinada. Vientre poco levantado hacia atrás. Extremidades posteriores. Muslos con una altura equivalente a 1/3 de la alzada a la cruz, oblicuos de arriba abajo y de atrás hacia adelante. Patas un poco más largas que los muslos. Angulo del corvejón no muy cerrado. Metatarsos en aplomo correcto. Pies. De forma ovalada, cubiertos de pelo largo. Uñas negras. Plantas duras y negras, los posteriores son menos ovalados que los anteriores. Cola. De nacimiento sobre la línea de la grupa, el perro la lleva curvada sobre el dorso. Pelaje. Largo, en mechones, no bien adherido a las partes subyacentes, por tanto, levantado. Colores: blanco puro sin manchas. * ALIMENTACION. Las necesidades alimenticias para este simpático perro han sido calculadas, como ración de mantenimiento, entre las 280 y las 380 Kcal. diarias. La ración debe comprender en las mismas proporciones, carne, pescado, arroz, pasta, verdura, queso, huevos y fruta, y no estar constituida por uno solo de estos alimentos. La alimentación que sólo tiene como base la carne, ocasiona, inevitablemente, graves desequilibrios tanto en el ejemplar joven como en el adulto. CUIDADOS DIARIOS. La limpieza de la capa y de la piel se realiza pasando una esponja mojada en una solución desinfectante o bañando al perro en ella. Más frecuente debe ser la inspección, durante la primavera y el verano, de las zonas bajo las orejas, perianal, inguinal, bajo las axilas, espacios interdigitales, donde con mayor frecuencia dan comienzo procesos inflamatorios en la piel, que pueden constituirse, a su vez, en posibles causas de enfermedades.